Lleno e inundo mis ojos y mi Alma de amor, ilusiones,
caminos que florecen, mariposas de colores, colibrí,
melodías nacen, mundo renace, amor nada soy sin ti.
Te necesito, sólo las lágrimas y el silencio, dicen mi
verdad.
Ya no alcanzan palabras, vacías resultan, ante tanto sentir.
Sentir, que escapa toda barrera del lenguaje, que aprisiona,
que resulta pequeño, mi amor es universo, Dios y es cielo.
Te amo, con un amor, puro como celestial, así te siento.
Con ese respeto y admiración, que has ganado, admirado,
a cada momento. Sin exageración, como ideal, que soñé,
sí tantas veces. Sigo soñando, la vida llega siempre tarde.
Más no renunciaré jamás, a esta ilusión que me brinda
la alegría de verte y reconfortar mi alma con tu presencia.
Porque al verte renace en mí la paz que necesito para vivir.
Renace la esperanza, dejo de lado tristeza vuelvo a sonreír.
Si estuvieras en mí,
unos segundos para sentir mi latido,
tu mano se posara en mi corazón, sentirías que desespero,
allí comprenderías que
enloquezco por ti, que te
preciso.
Si pudiera comprender, no sé, no entiendo, más “te quiero.
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