Eres estigma, señal del Alma que confluye internamente,
a cada instante presente en la mente y en el ser. Distante,
o cercana, nostalgia amilana, vuelve el sol a dorar mi piel.
Te pienso, te extraño y regreso aun en debilidades internas,
a llorar sin comprender ya nada podrá, ni cambiará mi ser.
Amarte es mi destino, me arrincona y se interesa en locura
casi ciega a responder tus palabras, sólo con versos de amor.
Así recordando ansío, un cambio esperando y deseando quizás
un te quiero, equivalente a vida, más ambivalente me
traiciona
la energía que provoca,
el quererte, más y más. Y embestida,
las tormentas, dejan huellas y alimentan esta oscura
desazón.
Nada puede ya ignorar, lo predijo el destino, que nuestro
amor,
es delirio, que nunca destruirá. Cadenas de eternidad, nacidas
en la esperanza, virtud, respeto y ganas, de ansias y libertad.
En la mente estás, eres guía de mis pasos, hacia el destino
final.
Pasará quizás el tiempo, todo quedará en el olvido. Presente
hoy,
sí te digo, cuánto de ti, yo aprendí. Sin estudiar, sin
leerlo, sin mirar,
sin aprenderlo, tan sólo fue el sentimiento, que doblegó a
mi razón.
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