la presencia que acaricia, aterciopelados pétalos rojos,
que mi Alma regala a tu mirada preocupada. Recibe en,
cada espacio de tu
cuerpo, la bocanada de mi aliento.
Puro amor heredero del silencio, resguardando el tiempo
amparado en esta pasión que veces hiere en tu ausencia.
Desploma también cuando al dolor de no verte, ni bebe,
ni aspira consuelo. Ausencia de calor,
siente el corazón.
Que misterio enfunda desangrando en lágrimas mi Alma,
que busca en pequeños espacios una huella, una pisada,
un rastro te acerque. Qué fuerza desesperada, abraza
te ama, ansía y llama
amado mío, que has hecho al fin.
Surges en mí, como necesidad sed que abraza, torbellino,
huracán, tormenta, que adelgaza mi cuerpo, mis palabras.
Voces lejanas, escucho solo con tu nombre que me llama
partiendo juntos, reviviendo infinita, la soledad del amor.
Apago todas las luces, al contemplar el cielo azul
estrellado,
la Luna sonríe, feliz enamorados, nadie alrededor, tú y yo.
Te acaricio suave y dulcemente te miro y digo “Eres tú” “SÏ”
nada más bello, que este sueño que imagino siempre, ASÍ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario