escuchando al aire, caricia de un amor en espera.
Enredados en lágrimas de aflicción delirio y pena.
Epílogo de ansiedad, tu ausencia suena a condena.
Delicias de amanecer, en tu figura de asombro,
envueltas para soñar, entre
llaves y cerrojos.
Dejo la puerta entreabierta y reclamo tu sentir,
tantos deseos que añoro, caricias y un final feliz.
Anoche me acariciabas y fuerte silbaba el viento,
el aire que nos rozaba, en nuestros ojos, cantaba.
Amor delicioso, provoca desafíos mucha envidia,
herida no provocada, por nuestra eterna empatía.
Palabras desconocidas, embrujo y desconocimiento.
Reducido en sentimiento, atropellando esta historia,
embiste, crece, desnuda, despoja, importa y antoja.
Locura divina, que nos eleva, enternece y estremece.
Reír despertar, este destino que anuda, suelda, enreda
desenreda, esta honda profundidad del ser, donde eres,
río que recorre cada espacio de plana existencia y fluye,
dando vida, para florecer día a día, en sonrisa y felicidad.
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